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Olivia Newton John

La última vez que Olivia Newton-John regresó intacta a la memoria de todos los que alguna vez tarareamos Summer Nights o You are the one that I want fue en 2017 cuando reveló que el cáncer que había sufrido por primera vez en 1992 se había extendido a su columna vertebral.

Entonces también nos enteramos de que había tenido un segundo diagnóstico casi fatal en 2013, pero lo mantuvo en secreto. En ese momento sostuvo firme a quien quisiera escuchar que «ganaría». Y, ya puestos, pidió a quien correspondiera de su Australia natal que permitiera el uso medicinal de la marihuana. Combativa y comprometida.

Ayer, la actriz que encarnara a Sandy para siempre murió en California a los 73 años. Se hacía raro ver pelear por la vida de esa manera, a la vez desesperada, sincera y brutal, a quien de alguna forma había encarnado como nadie quizá todo lo contrario.

Su papel de Sandy en Grease era esencialmente un canto diáfano y solar a todo lo banal, lo lúdico, lo conmovedoramente intrascendente. Y quizá en ese contraste, Olivia Newton-John encontró el verdadero sentido de, admitámoslo, su propio mito, su mito trágico. Nacida en Cambridge, Inglaterra, en 1948, Newton-John y su familia emigraron a Melbourne, Australia, cuando ella tenía seis años. Su padre era un oficial del MI5 que trabajó en el célebre y decisivo proyecto Enigma durante la guerra y su abuelo materno fue el físico ganador del premio Nobel Max Born, quien buscó exiliarse en el Reino Unido de la Alemania nazi en vísperas de la Segunda Guerra Mundial.

Tal y como declaraba ayer su marido en un comunicado:"Olivia ha sido un símbolo de triunfos y esperanza durante más de 30 años compartiendo su viaje con el cáncer de mama. Su inspiración y experiencia pionera con la medicina vegetal continúa con el Fondo de la Fundación Olivia Newton-John, dedicado a la investigación de la medicina y el cáncer" Se hizo siempre raro ver en una pelea tan desigual a quien nos había prometido una vida sin el más mínimo amago de sombra.

Y en el contraste, sin duda, el mito trágico de Sandy.  

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